Cataratas de Iguazú (lado brasileño)

Caminar por el lado brasileño de las cataratas de Iguazú me hizo meditar en el cambio repentino de la infraestructura, que hasta el día anterior en Argentina era ecológica. Brasil se mostraba más moderna: cintas de audio que suplantaban al guía en el bus de dos pisos, ascensores que fueron utilizados al final del recorrido y helicópteros que sobrevolaban el paisaje. (prefiero algo eco y confortable a la vez)

De cualquier forma, es recomendable visitar los dos lados: argentino y brasileño y así tener un criterio más amplio.

Con la suerte del día anterior en el lado de Argentina, seguíamos con un día soleado en Brasil. El sendero se pobló de coatíes hasta que al final se vislumbró lo mejor: la punta de la pasarela enclavada en las cataratas, el sitio más extremo donde los turistas podían llegar. ¡Fue tentador empaparse! Aún mojados rematamos aquel momento con la caída de agua de la "Garganta del Diablo", esta vez más cerca de nosotros y con un cielo nublado.

A las 14h30 de aquella tarde casi perdemos el ómnibus hacia Buenos Aires , ciudad a la que no veríamos sino hasta la mañana siguiente.