Turismo y economía creativa

                    Figura 1. Degustación de cacao ecuatoriano en Guayaquil. Ciudad Cacau (2018).


1.      Introducción

Las industrias creativas poseen, en profundidad, elementos que requieren esfuerzos artísticos o creativos acorde a la definición de la UNESCO (2009). Si bien el arte y la cultura habían sido marginados de sector económico, en la actualidad son vistos como vectores del desarrollo. El conocimiento es el vehículo de las industrias creativas. En esa línea, el vínculo entre la economía creativa y otros sectores como el turístico es el eje de este análisis basado principalmente en el estudio de la OECD (Organisation for Economic Co-operation and Development) de 2014 que abarca estudios de caso de catorce países.
                                                       
Es importante situarnos en el contexto de la “globalización cultural” que menciona Nijman (1999) en donde la nueva forma de compartir “símbolos culturales” ha sido posible debido a que los sistemas de consumo más recientes han reemplazado a los conocidos medios de producción de las economías capitalistas acorde a Ritzer (como se citó en Colombo y Richards). Sin duda, un intangible como la creatividad es vista como un elemento que ha añadido valor a la industria turística para unos consumidores que cada vez más optan por experiencias nuevas, “auténticas” alejadas del modelo tradicional de museos, monumentos y sitios históricos. 

En el siguiente análisis se incluyen las nuevas formas de turismo creativo en relación con las políticas para lograr esta convergencia con las industrias creativas.


2.      Nuevas formas de turismo creativo

La creación de oferta turística diferente del modelo de sol y playa pasa por desarrollar productos turísticos vinculados al patrimonio natural y cultural del país, y enlazar con aquellos sectores que pueden generar un fuerte interés, como gastronomía, diseño, moda, arquitectura y formación como asegura Abellanet,(como se citó en Colombo y Richards, p.19).

Por ejemplo en Cataluña se ha diversificado la oferta pasando del turismo cultural o el turismo de congresos a nuevos productos como el turismo de gastronomía. La concepción de este nuevo tipo de turismo en ciudades como Barcelona tiene que ver con una relación más amable con el ambiente.

Acorde al estudio de la OECD los sectores esenciales de las industrias creativas son: la publicidad, la animación, la arquitectura, el diseño, el cine, los juegos, la gastronomía, la música, las artes escénicas, el software y los juegos interactivos, la televisión y la radio. (p. 37). Por ello la UNCTAD (United Nations Conference on Trade and Development, 2010) ha denominado a estos sectores la “nueva economía creativa”.

Un ejemplo clave de la cooperación entre sectores creativos y el turismo es el caso de Austin en Texas (EE. UU) reconocida como la “Capital del Mundo en Música en Vivo” con un aporte económico de más de USD 4.35 mil millones en 2010 con efectos multiplicadores tales como la creación de empleos permanentes en torno a los festivales y la estrecha relación con el sector turístico debido al contenido musical, un punto de atracción para los turistas. Sin embargo, y como se analiza en el informe de la OECD han existido descensos en las estadísticas de las industrias creativas pues también han existido contracciones en el sector artístico en países como EE. UU y Dinamarca.

La regeneración de áreas urbanas y rurales como el caso de Creative Clunes y la literatura como activo creativo en una zona rural de Australia, cuyas políticas se orientan a la creación de productos de turismo cultural y posicionar a la ciudad como un área creativa. Parte del éxito del programa ha sido la gestión de una institución del conocimiento y un acertado trabajo en red.

Otro ejemplo de las nuevas formas de turismo es la promoción exitosa de las actuaciones “K-pop” y los productos de cine coreano que han logrado desarrollar el turismo entrante.

Lo fundamental en las nuevas formas de turismo es el conocimiento como un recurso intangible para agregar valor a las experiencias de un turista cada vez más activo en la generación de productos.


3.      Nuevas tecnologías en la convergencia entre turismo y economía creativa

El medio digital es fundamental en la dispersión y posicionamiento de un destino, clústeres (de forma permanente) o redes creativas con nodos temporales (eventos). Las nuevas tecnologías han permitido conectar el discurso creativo con las experiencias en turismo y el público. Sin embargo, también es necesaria la estimulación de la innovación de estas tecnologías para el desarrollo del turismo y la implicación en el comercio y una administración adaptada a los nuevos requerimientos es el reto de las industrias creativas.  No sólo la existencia de estas herramientas asegura la dispersión del mensaje, sino la habilidad para el intercambio de conocimiento en las redes globales.

Además de las tecnologías, existen mecanismos para impulsar destinos como por ejemplo contratar bloggers para promocionar ciertos productos turísticos, es decir “vender” experiencias mostrando a los protagonistas de esas experiencias. 

La Web 3.0 o Internet móvil ha cambiado el modo en que las reservaciones solían hacerse. Los turistas suelen utilizar sus propios teléfonos o tabletas para seleccionar lo que pretender resolver antes o durante su viaje. Esto tiene relación con la co-creación entre productores, consumidores y lugares, pues el contacto directo entre turista y anfitrión permite un rol cada vez más activo del consumidor cultural/turista. Sin embargo, la intervención de plataformas o intermediarios hacen más confiable el encuentro y acuerdos entre los implicados.

Es difícil concebir la propagación de estas nuevas formas de turismo creativo sin el uso de los medios digitales pues estos soportes le dan sentido a ciertos estilos de vida creativos o a productos como el “K-pop” coreano.


4.      Actores para el desarrollo de las políticas que integren turismo y economía creativa


Es necesario refrescar las políticas actuales en la convergencia del turismo y las industrias creativas para generar oportunidades y aprovechar el crecimiento (no solo en visitas) que se pueda surgir a nivel local, nacional o regional.

Desde los gobiernos se pueden trazar directrices tales como el fortalecimiento del trabajo en red, clústeres creativos e impulso al emprendimiento. Si bien pueden apoyar a las industrias creativas con políticas para acceder a tecnología para la circulación del conocimiento o nuevo producto turístico, es también fundamental el impulso a las pequeñas y medianas empresas como un eje que propicia o facilita encuentros entre las industrias y los sectores involucrados.

Desde el sector privado es posible promover las industrias creativas a través del conocimiento y desarrollo de habilidades. Como lo indica el informe de la OECD las instituciones turísticas deberán tomar un rol más participativo en apoyar la creación y distribución de los discursos o contenidos, especialmente con financiamiento o contactos.

Un modelo público- privado no es la panacea, pero bien logrado puede procurar un beneficio mesurado. Además los consumidores asumen un rol más participativo en la co-creación de las experiencias creativas. Por lo tanto las políticas deben articular a los productores, consumidores y lugares. Esto aplica en la relación entre industrias creativas y turismo.

Hemos visto que es pertinente conectar experiencias creativas con un determinado territorio y promover un discurso que se propague a través de las nuevas tecnologías. De esta manera es sencillo en el imaginario del consumidor tener como referencia una ciudad o una zona rural, además de la difusión de la identidad. Para ello son necesarias las políticas que se inclinen por las sinergias.

Algunos gobiernos están adoptando políticas para las industrias creativas basadas en mediciones como por ejemplo el estudio de una firma internacional de consultoría sobre los sectores cultural y creativo que afirma un aporte del 4.5% al total del PIB de la Unión Europea. (p. 39). Es decir, el éxito de las industrias creativas se mide por los beneficios económicos que están representando.

Si calificamos las habilidades intangibles y el conocimiento del sector creativo como fortalezas, el sector puede seguir creciendo pese a una crisis. La innovación juega un papel determinante en ello, sin embargo no todos los países dentro de sus políticas consideran a la innovación como una prioridad.

La transición del turismo cultural al creativo caracterizado este último por lo intangible ha hecho más compleja la planificación y desarrollo de políticas que se aproximen más a este fenómeno y ha de tener más participación comercial en la oferta que la que pueda tener un bien del patrimonio arquitectónico. Por tanto, las políticas deberán ser creadas para trabajar junto con otros socios, redes de valor que atraviesen otros sectores y crear contenidos que serán distribuidos a través de otras plataformas tal como lo indica el estudio de la OECD.

De todos modos, el impacto económico del vínculo entre turismo e industrias creativas aún necesita ser investigado con el fin de analizar posibles sinergias entre sectores.


5.      Impacto social y económico del vínculo turismo con economía creativa 

En general, el impacto del conocimiento en la economía ha permitido que las industrias creativas sean consideradas como ejes de la generación, transformación y diseminación del conocimiento.  Por ello estas industrias han traído algunos beneficios. Nos hemos centrado en su vínculo con el turismo y en desarrollo urbano y regional. Es indudable que la inversión en investigación de la industria turística para conocer las percepciones sobre cultura y patrimonio de un determinado territorio revela la importancia que las instituciones otorgan al sector con el fin de medir si las acciones tomadas están dando resultado o no, tal como lo muestra el informe sobre Gran Bretaña de la agencia de investigación de mercados HPI.  Los efectos económicos del turismo cultural y creativo preocupan más a los políticos por eso la indagación en esta línea ha sido más frecuente. (Colombo y Richards, s.f., p.7). 

Los ingresos percibidos por turismo cultural son considerados positivos como el caso de la ciudad de Barcelona y el ícono de Gaudí. Adicionalmente, el aporte económico que realiza la administración municipal a voluntarios durante las festividades, es fundamental para mantener la participación y cohesión social. Sin embargo, existen secuelas negativas en cuanto al exceso de visitantes, la mercantilización de la cultura y la vulneración de la identidad local como lo señalan Colombo y Richards (p. 8).

6.      Conclusión

En general se cree que las industrias creativas tienen el poder promover el crecimiento de la economía, generar empleo, apoyar la innovación y el emprendimiento, impulsar la exportación (turismo), la regeneración urbana, etc. 

La UNESCO (2009) afirma que las consecuencias socio-económicas de las industrias creativas implican el fortalecimiento de las identidades y diversidades culturales y la cohesión social e integración de grupos marginados, sin embargo esto último no siempre ocurre. Hemos visto que en la investigación de la ciudad de  Barcelona del texto de Colombo y Richards, (p.43) los consumidores son de estratos profesionales y personas de clase media y esto se repite en caso todos los casos de estudio de los diferentes países con lo cual la idea de conexión y desarrollo social al parecer se circunscribe a un grupo específico y deja a un lado a quienes no pertenecen a la “clase creativa” (Florida, 2010).  En el artículo de Nexos se afirma:

Hoy, incluso Florida reconoce que estaba equivocado. El ascenso de la clase creativa en los lugares como Nueva York, Londres y San Francisco creó un crecimiento económico solamente para los ya ricos, desplazando a los pobres y las clases trabajadoras. Los problemas que una vez se esparcieron al área pobre de la ciudad, ahora se han mudado a los suburbios. (Wetherell, 2017).

En un reciente texto denominado “La nueva crisis urbana” Florida menciona (como se citó en Wetherell): “Mucho más que una crisis de las ciudades”, (…) “la nueva crisis urbana es la crisis central de nuestro tiempo” − “Una crisis de los suburbios, de la propia urbanización y del capitalismo contemporáneo en gran escala”.

Hemos visto los beneficios que pueden traer las industrias creativas, pero también tener presente que el modelo creativo con el paso de 15 años no ha integrado ni ha incorporado otras prácticas inclusivas ni ha promovido un cambio en la distribución de la riqueza pues el contraste de la clase creativa con otros sectores productivos es abismal. Haber pasado de la tradicional gerencia al emprendimiento no será favorable para todos, tal vez lo será para quienes tienen ya establecida una central de contactos y acercamientos con grupos con los que mantengan una relación comercial histórica.


Sin embargo, el cooperativismo, sin reñirse con réditos económicos, podría enlazarse con la transformación y el alcance que las artes puedan tener. Lo que se observa en las economías creativas es que al parecer lo válido es aquello que sea cuantificable, no obstante, las mediciones del desarrollo social y cultural son muy difíciles por la esencia misma de la cultura es sí mismo, de devenir constante. El modelo de la clase creativa, tal como lo concibió Florida tuvo cierta efervescencia propia de lo posmoderno, sin embargo con el pasar de los años la brecha digital y social parece no haber disminuido. 

Bibliografía y referencias

Colombo, A., y Richards, G. (s.f.). Algunos datos y ejemplos. Barcelona, España: Universitat Oberta de Catalunya.

OECD (2014). Tourism and the Creative Economy, OECD Studies on Tourism. OECD Publishing. Recuperado de http://dx.doi.org/10.1787/9789264207875-en

Wetherell, S. (7 de diciembre 2017). La clase creativa desatada: Richard Florida se disculpa. Recuperado de https://labrujula.nexos.com.mx/?p=1600




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